Te propongo un emocionante viaje desde el sillón de tu casa a través de mi saga de "La jungla de mis estrellas", compuesta actualmente por mi primer libro del mismo nombre, Lucero de seda y Los pasillos de mi alma 

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Quiero agradecer a mi mentor Laín y a todas las personas que me han apoyado.

El universo entero está hecho de energía de conciencia que crea sincronicidades en aquellos que están suficientemente despiertos para poder recibir los milagros que la vida tiene preparados. Aprendí desde muy pequeño que somos guiados de dentro hacia fuera, por lo que algunos llaman la SABIDURÍA DEL CORAZÓN, o a mí me gusta llamarle LA VOZ DE TU ALMA. Esa voz lleva años susurrándote el camino, pero tu mente interviene y no deja que actúes en base a tu intuición. Si supieras lo amado que eres por todo el universo entero y las numerosas bendiciones que están esperando por ti al otro lado de la duda, el miedo y la inseguridad. Sé una persona con FE. Actúa más allá de tus circunstancias actuales. Sé un visionario que va más allá de los problemas que su propia mente creó. Actúa a pesar del miedo, la duda o la preocupación, pues muchos son los llamados y muy pocos los elegidos. A los elegidos se les da por FE, no por pedir, sino por dar, por hacer, especialmente cuando nada parece indicar que todo vaya a salir bien. No creo en las casualidades, como sé que este libro no llegó a ti por casualidad sino por Causalidad, por sincronicidad, por principio de CAUSA Y EFECTO. Por eso sé que te va a inspirar y te va a ayudar a llevar tu vida a un lugar más elevado. Gracias Sandra por escribirlo y a ti, amado lector, por leerlo.

LAIN, autor de la Saga de LA VOZ DE TU ALMA. www,lavozdetualma.com

Mil gracias también a los escritores consagrados que han tenido la atención de leer mi novela y enviarme su comentario. 

Antonino Nieto Rodríguez

Poeta, video artista y creador de espectáculos.

Fuego que no devora, que imanta y abriga a la desnudez, al corazón, al vientre del loco que en su tozudez dibuja y engalana al mundo: es Sandra Villamil y su trilogía del destino.

Conjuga, con el corazón entre las manos, la soledad del diente. En ese quiero, la inmensa fertilidad del abismo es fe, es lo que el cerebro invade, para mayor deleite de lo que nunca podrá ser y, no siendo, se acuna en presente eterno y es.

Esmeralda, la protagonista de este multipolar paraíso, y en ella cualquier tú que contra el desconsuelo se avive fértil, cual cuerpo cuántico donde los haya, en sí misma se completa espejo de la infinita bondad que devora a los nacidos, y grita a los incontables vientos que nos llevan y añaden a su cuota de alambradas, registros y demás bocados que indecentan a los siempre vivos, a todos y a cada uno de los nacidos, que no hay culpas sino disfraces y que esos disfraces allanan lo irrespirable del cuento. Que el cuento, pulso que el corazón ayuna, es renta y abrevadero de sueños, esperanzas y demás patrañas que el futuro engendra.

La Jungla de mis estrellas, Lucero de seda y Los pasillos de mi alma conforman la carnal unidad de un todo en peregrinación permanente contra sí mismo: contra la mortal consecuencia que lo adinera criminal víctima de un juego que es ley y sacrifica lo imposible del basta en aras de su peor alegría: renunciar a ella misma, al misterio que la registra boca y no simiente.

Contra la oscuridad y su invencible hambruna, el fervor de un abrazo, el solsticio inmenso de una mirada, el barco indestructible de un te amo… Esmeralda, lucero de seda, lo sabe y con todo ello hace pan y mar y frente insaciable en el columbario del quiero… Esmeralda, la voz del universo. Sandra Villamil el fuego que la instruye salón insomne contra toda pertenencia. Trilogía especialmente indicada contra la voraz confiscación del nacido por la culpa y sus irrespirables inmundicias: el futuro, los sueños, la consecuencia.

Jordi Martínez Brotons, alias Jordi Siracusa.

Escritor, articulista y poeta

La vida puede ser tan compleja y extraña como los sueños y el propio comportamiento humano todo eso lo retrata perfectamente Sandra Villamil en su trilogía “La jungla de mis estrellas”. La maraña de sus acontecimientos, la variedad de su horizontes, latitudes y sentimientos conducen al lector por entre las líneas del relato con la fuerza de un tornado, el amor es el combustible en la vida del ser humano, lo que le hace seguir adelante y le inspira a seguir caminando hacia su meta, pone Sandra en la boca de sus personajes y así es a lo largo de esa historia que nos cuenta cómo esmeralda, su principal protagonista busca insistentemente su lugar bajo el sol y su naturaleza frente al amor. Ella quiere ser la única que tengas las llaves que liberen su alma, las vicisitudes de esta heroína tendrán instantes felices y tristes, emocionantes y apasionados, brutales y románticos como la propia vida. Y Sandra nos lo cuenta con delicadez y autenticidad, no acepta de humor cuando es conveniente. Hay muchas lecciones sobre el comportamiento humano en esta trilogía. Sobre todo, la de huir, cuando todavía se puede, de los falsos visionarios que complican y tratan de dirigir la vida de los demás solo para llenar la suya, también la de que el amor siempre está más cercano de lo que imaginamos o que un bolero puede ser más que una canción. Al igual que el deseo de su protagonista quiero que mis versos los lea el mundo entero, que no queden amontonados en un viejo baúl de cedro. Sandra Villamil quiere lanzar sus palabras al viento para que vosotros, lectoras lectores las recojáis en vuestro regazo literario, yo ya lo he hecho. Gracias Sandra.

Carlos Villarrubia

Periodista, escritor y guionista

Quiere el universo un horizonte sin celos ni envidias para que alcancen la orilla de la plenitud las almas risueñas. A pura alma y con una sonrisa en la mirada llega Sandra villamil para abrir de par en par el diálogo con invisible. teje tramas con la paciencia de una exquisita bordadora. Será que sus labios adivinos rozan la realidad dejando huella afectiva. Sandra tiene la calidez hogareña de las geografías sin límite. Criatura saltarina de los bosques de la imaginación, conquista sin batallas, se dice sin querer. Se adentra en la vida de los personajes como si los viviera hasta la médula. Apasionada mente… dejándose la piel del alma a cada paso con la fuerza del cariño. Pasen y vean el planeta Villamil… juegos del destino danzando en la jungla de las estrellas. Bendito gracias Sandra

Luis Hidalgo Ramos

Periodista, escritor y presentador de televisión

Inverosimilitud de vidas y universo onírico, edificados al influjo de una pluma coloquial y amena, hacen de la lectura de esta novela un hecho placentero. Que los ojos codicien cada renglón implica llevarlos por zonas de sombras y de luces que amalgaman, como lo naturalmente malo y bueno de la vida, en las existencias de atractivos personajes. Accionar y rendir la emoción, andar sobre cuerdas flojas, saltar al aire y sumirte en el agua, transitar laberintos y hallar la salida junto al nuevo sol. Resultan imágenes emanadas de los manantiales de estas páginas. Resultados de una pasión desbordada: El arte escritural. Podarse el alma de miedos y darse a la hoja en blanco, desde el convencimiento de ser amazona de letras y domar el interés del autor, son dones de la autora, quien se da a las insondables espadas del creador para cortarle a cada sendero del aburrimiento que emerge su ingeniosidad saber y deleite son los propósitos de la escritora hábil en desentrañar los conflictos después de tejerlo en medio de las adversidades. Todo en este libro es imaginación al límite, fantasía tensada como cuerda, prueba de espíritu humano siempre al borde del abismo. Gracias Sandra

Andrea Palomo

Escritora y correctora de Romeo Ediciones

La Jungla de mis estrellas

Perdida entre sus versos. Deseosa de sentir la vida. Anhelante de un amor verdadero. Esmeralda, que se encuentra en el limbo delirante que separa la infancia de la adultez, ha decidido emprender un viaje. Un viaje por los recovecos más recónditos de sus deseos, por sus instintos más primarios, por los designios de su propio destino. Un viaje que no es otro que el que la conducirá a encontrarse con ella misma, a conocer la jungla de sus estrellas. Con una prosa ágil y divertida, Sandra Villamil pincela unos personajes, con una condición tan humana como literaria, con los que abre la vereda a la reflexión sobre nuestra condición como seres enzarzados en una imperecedera lucha entre nuestras fortalezas y nuestras debilidades. Pero nuestra felicidad, así como nuestra desdicha, ya está escrita. El Universo, en su condición de escritor romántico, se ha encargado de ello. Nosotros solo debemos hallar la valentía para afrontar nuestro sino.

Los pasillos de mi alma

Confianza. ¿Cuántas veces alguien ha traicionado nuestra confianza? ¿Cuántas hemos sentido el frío filo de la mentira atravesando alguna de nuestras certezas? Y es que, a veces, las personas a las que más creemos conocer acaban siendo aquellas a las que menos conocemos, aquellas a las que, al bajarse el telón de en uno de los actos de la función de nuestra vida, se les despoja de su máscara, y entonces nos encontramos a nosotros mismos envueltos en el vil engaño. Porque la mentira es una piedra ante la que, inevitablemente, nos encontramos en el devenir de nuestra existencia. Una mentira que, aunque a veces pueda no parecerlo, llega de la mano de quienes menos lo esperamos. Entonces… soledad; implacable y beligerante. Y así mismo le ocurre a Esmeralda en Los pasillos de mi alma, quien de nuevo ve tambalearse los pilares de su vida y debe tomar decisiones, tal vez las más duras, tal vez las que marquen su devenir para siempre. Sin embargo, esta tercera novela de Sandra Villamil es ante todo una oda a la esperanza que nos asegura que, aun cuando el cielo de nuestra vida parece ennegrecerse, sigue brillando un atisbo de luz en lo más profundo de nuestro interior. Este atisbo de luz que, con el tiempo, logrará iluminar nuestro camino, ese que nos alejará, paso a paso, de la incipiente oscuridad que nos acecha en la soledad. Ese atisbo de luz que nos asegura que nunca es tarde. Porque nunca es demasiado tarde… para vivir.

Y muy agradecida por la multitud de personas que me ayudan a continuar mi trabajo con sus testiminios.

Sergio Abraín

Artista

Rostros conocidos, inventados. Seres imaginados que va mezclando, pintando con palabras; fantásticos paisajes y escenarios, tanto para la felicidad como para el dolor. Con la mirada desnuda, dibuja, desdibuja y pinta los restos de su memoria con trazos y pinceladas, con colores luminosos y dramáticos. Hasta que, poco a poco, Sandra, con la magia de sus palabras, nos transporta a un viaje definitivo por la vida, lleno de intensas emociones.

Una historia donde no se puede eludir el tiempo como una galaxia de amor feroz y sensualidad.

Personajes pacientes de sí mismos. Callejones y palmeras girando sobre sí mismos, en un laberinto interminable de cuerpos temblorosos, sueños dorados, chacras planetarios y viejos karmas grabados en la piel.

De un realismo desnudo y un lenguaje cristalino. Seres vestidos de utopías al borde de lo imposible rompen los límites de las esquinas de las sombras que perfilan las calles llenas de enigmas que la luz del sol desvela, reflejándose en la sangre tan brillante como los ojos que rompen el amor.

Un cuento único de realidad dispersa para adentrarse en la fantasía de un mundo bello, luminosos, intenso y misterioso que no tiene fin, pintado en el espejo del tiempo.